Pura, luminosa y eterna.

La pureza del cuarzo blanco cobra vida en una composición natural que combina fuerza, luz y belleza. Esta piedra se forma a partir de cristales de cuarzo de alta calidad, ensamblados en una estructura que parece esculpida por el hielo.

Con una dureza de 7 en la escala de Mohs y una baja porosidad, es ideal para superficies exigentes como cocinas, baños o zonas de alto tránsito. Su resistencia al rayado y facilidad de mantenimiento la convierten en una elección funcional y estética al mismo tiempo.

RESISTENTE AL FRÍO

TRASPASA LA LUZ